Asaltantes fingiendo ser pasajeros, sacaron sus armas y quitaron todas sus pertenencias a los pasajeros con el vehículo en marcha
Absolutamente nadie frena la ola de asaltos que mantienen atemorizada y en vilo a la población de la región Lima. Y es que seguramente algunas autoridades nacionales y regionales están esperando que se den más muertes y que los sufridos habitantes de esta parte del país sigan siendo el blando de estos indeseables, toda vez que están indefensos, ellos no tienen lujosas camionetas para desplazarse y mucho menos tienen agentes de seguridad, como si tiene por ejemplo el presidente regional Javier Alvarado Gonzáles del Valle.
El último fin de semana, cuando algunos funcionarios, trabajadores de instituciones públicas y ciudadanos comunes y corrientes abordaron el ómnibus de las 8:00 p. m. del viernes 27 de abril, de la empresa "Estrella Polar" que partió con destino a Lima, nada les hacia presagiar que iban a sufrir un asalto, a portas de la feriado largo.
El vehículo había recorrido desde Oyón hasta Sayán con total normalidad y nada se había producido entre el tramo de Churín a Sayán que generalmente es desolado; hasta que en el tramo Sayán Huaura, los delincuentes que simulaban ser pasajeros, que no se sabe si han tomado el bus en Oyón o en Churín, iniciaron el asalto con el vehículo en marcha.
Pero lo cierto es, que a la altura de Humaya, los delincuentes sacaron sus armas, y tomaron el control de la unidad vehicular interprovincial, transcurría las 10:30 p. m., la idea de los peligrosos cacos que amedrentaron a los pasajeros con sus armas y groseras palabras por doquier, era desviarlos hacia los cañaverales, pero un incidente entre las pasajeras que se pusieron histéricas hizo variar el plan.
Durante el planificado atraco se llevaron dinero, celulares, laptops, algunas vestimentas como casacas, pulseras, collares, que lograron apropiarse haciendo la requisa pasajero por pasajero. Según testigos que pudo contactar La Jornada, los temibles asaltantes amenazaban con matar a quien se atreviera a interrumpirlos, eran cuatro o cinco, mientras que fuera el ómnibus los esperaba un carro y seguramente otros de sus compinches.
Hasta el momento, cada día se incrementa el accionar delictivo de bandas organizadoras, marcas, asaltantes de viviendas, carteristas que atormentan a los ciudadanos de las nueve provincias y los ciento veintiocho distritos que tiene la región Lima; que el presidente regional Javier Alvarado y sus cuestionados funcionarios no son capaces de complementar con aportes contundentes a las fuerzas del orden como la Policía Nacional de las diversas comisarias y los servicios de serenazgo que la mayoría de Municipalidades distritales vienen implementando.
Siendo uno de los principales problemas que agobia a los pueblos de la región y el país, el gobierno regional no es capaz de implementar mínimamente una fuerza regional de serenos y mucho menos dotar con implementos necesarios para que los ciudadanos organizados en Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana cuenten con implementos como equipos de comunicación, sirenas, etc.; es por eso, que son permanentes las quejas de algunos de sus representantes, como de Hualmay y Santa María, porque hasta el momento no reciben ni un solo silbato.
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