viernes, 12 de agosto de 2016

CAPITAL SOCIAL: ¿ES VÁLIDO AFIRMAR QUE PARA MEDIR LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA SOLO SE CONSIDERE LA CAPACIDAD DE GASTO DE UNA PERSONA? UN CUESTIONAMIENTO QUE VA MÁS ALLÁ DE LO METODOLÓGICO SI QUEREMOS MEDIR CON MAYOR REALIDAD LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA EN PERÚ EN EL PERÍODO 2014-2015


Editado por Econ. Víctor Alvino Guembes

Hace unos casi cuatro meses atrás el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó información sobre la reducción de la pobreza en el Perú entre 2011 y 2015 en un documento titulado, “Informe Técnico: Evolución de la Pobreza Monetaria 2009-2015”.

¿Qué decían los números? Pues que la pobreza bajó entre 2014 y 2015, de 22.73% a 21.77% del total de la población. En el caso de la pobreza extrema, la reducción fue de 4.28% a 4.07% de la población total entre 2014 y 2015. Luego se presenta un análisis por regiones y ámbitos geográficos, en el que se muestra, por ejemplo, que las regiones más pobres son las zonas rurales, en especial la sierra.

Más allá de los números, el INEI define a los pobres monetarios como “las personas que residen en hogares cuyo gasto per cápita es insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos y no alimentos (vivienda, salud, educación, transporte, etc.). Son pobres extremos aquellas personas que integran hogares cuyos gastos per cápita están por debajo del costo de una canasta básica de alimentos” (p. 43) Por lo tanto, “la medición monetaria usa al gasto como indicador de bienestar”

De esta manera, “la línea de la pobreza es el indicador contra el cual se contrasta el gasto per cápita mensual de un hogar para determinar si está en condiciones de pobreza o no” (p. 35). Más aún, “los componentes de la canasta alimentaria se han constituido sobre la base de los patrones de consumo real de los hogares del año base (2010)” y usando para ello la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de ese año. La canasta está compuesta por 110 productos.

Mediante este procedimiento se llega al valor de la canasta básica de alimentos que equivale a 169 soles mensuales. Quienes pueden gastar por encima de ese monto son considerados “no pobres extremos”, mientras que los que gastan por debajo de ese monto son “pobres extremos”. Para el caso de la pobreza (que incluye en la canasta alimentos y no alimentos), la línea promedio de nivel nacional asciende a 315 soles mensuales (o 10.5 soles diarios) por persona. Quienes gastan por encima son no pobres y los que no alcanzan a dicha suma, son pobres.

Ahora bien, ¿es válido reducir la medición de la pobreza solo a la capacidad de gasto de una persona, es decir, a un indicador? ¿No existen otros indicadores relacionados con temas de salud, educación, vivienda y un largo etcétera, que harían más realista la medición? Una persona que puede gastar como máximo, 11 soles diarios, ¿ya no es pobre porque gasta por encima de 10.5 soles? ¿No se ha avanzado acaso en la medición de la pobreza multidimensional y un sinfín de otros indicadores que hacen más realista en cálculo? ¿Qué pasaría con el porcentaje de pobres si solo le agregamos, por ejemplo, el acceso a agua potable y desagüe? ¿Qué piensa usted amigo lector?

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